El ojo crítico de Mauricio

Ignacio Astore tomó la decisión de romper todo cordón  con la historia de Newell's y elegir al uruguayo Mauricio Larriera como el reemplazante de Gabriel Heinze. Sólo el tiempo dirá si la apuesta del presidente leproso por un técnico sin la más mínima ligazón con la historia del club era lo más conveniente para surfear este momento en el que las críticas se amontonan como si fueran escombros en una obra en construcción.  En esta nueva elección de un DT, a Astore lo asiste el antecedente de haber elegido un camino similar cuando contrató a Javier Sanguinetti, quien en ese momento su única relación con Newell's era haberlo enfrentado como jugador y técnico con otros equipos. En líneas generales, aquella decisión por Sanguinetti no terminó en catástrofe y dejó la puerta abierta para intentar de nuevo con este tipo de experimentos. De lo que sí se puede estar completamente seguro es que Larriera y Heinze no se parecen en nada. La diferencia entre un técnico y el otro es abismal des

Quién podría dudar que Miguel Angel Russo es uno de los técnicos más valorados y queridos por el hincha de Central. Si no se sabría que es un producto tallado en la cuna de Estudiantes, cualquiera diría que nació para dirigir a Central. Russo encaja como un guante en todo lo que el pueblo canalla quiere escuchar para que le endulcen los oídos. Desde aquel momento mítico cuando el DT revoleó el saco para festejar uno de los cuatro goles de Central ante Newell's en el clásico del 23 de noviembre del 97 hasta aquel día en 2013 en el que de la mano de Miguel Central volvió a primera división luego de tres largas temporadas en el ascenso. El hincha canalla también reconoce con todos los honores que Russo nunca perdió un clásico ante Newell's y que siempre se mostró dispuesto a dar una mano cuando el club lo necesitó. Por todo esto Miguel siempre estuvo cerca de Rosario Central, parafraseando al fabuloso Fito Páez en el Tema de Piluso. Ahora Russo tiene la gran oportunidad de cerrar

  Como su admirado Fito Páez, tan rosarino y canalla hasta la médula como él, Cristian González siempre ofrece su corazón a cualquier lugar donde va. Al Kily nunca le importaron las consecuencias. Todo lo contrario. Siempre se manejó con la sensiblería de aquellos que sienten y andan por la vida con el corazón en la mano. Por eso esas imágenes de llanto y desahogo que se expandieron como una mancha de aceite el sábado en el Estadio 15 de abril no hicieron otra cosa que retratar a ese Kily movilizado por el cariño que le entregó el hincha de Unión. Es que el pueblo tatengue lo adoptó como si fuera un hijo pródigo porque notó que el Kily se comprometió con la causa desde el mismo momento en que se sentó en el banco de suplentes. Fue un flechazo a primera vista y se generó una simbiosis perfecta entre la gente y el Kily, como toda relación que se explica desde los sentimientos. El Kily no será un técnico más en la vida de Unión y tampoco Unión será un club más en la vida del Kily. Siem

Lionel Scaloni dijo que ya no tiene las energía necesarias para seguir siendo el técnico de la selección argentina y esa declaración realmente ya no tiene retorno. Es que el DT tiene internalizado que las cosas ya no volverán a ser como antes y por eso está todo encaminado para que no siga siendo el técnico del seleccionado. Obviamente que nadie se anima a asegurarlo porque Scaloni y Tapia todavía no se vieron las caras luego del viaje de regreso desde Río de Janeiro, ciudad en la que Argentina volvió a poner de rodillas a Brasil en el Maracaná.  Scaloni siente que el desgaste que está sufriendo sentado en el banco de la selección no sólo le erosionó las ganas de seguir, sino que también le deterioró el espíritu competitivo. Y eso que Lionel es un animal competitivo. Un ganador que siempre encontró una zanahoria en el camino para reinventarse. Pero esta vez está convencido de que se acerca el final de una historia hermosa. Los cortocircuitos periféricos que surgieron en los últimos me

Si algo demostró Lionel Scaloni a lo largo de su carrera como técnico de la selección argentina fue ser una persona sensata. Un ser humano que nunca se deja arrastrar por los impulsos. Es de los que siempre actúa por lo que le dicta su cabeza y no por los latidos de su corazón. Por eso sorprendió al mundo periodístico que en la conferencia de prensa post gesta en el Maracaná dijera que está pensado en quitarse la ropa de técnico del seleccionado porque "ya no tiene la energía necesaria" para conducir a un equipo que ya lo ganó todo.  Scaloni mostró una vez más su grandeza y declaró lo que realmente sentía en un momento sublime de su carrera. A casi un año de haber conseguido lo máximo para un técnico como es ganar una Copa del Mundo y minutos después de haber logrado una victoria histórica ante Brasil en el mismísimo Maracaná. El Leónidas de Pujato sabía perfectamente el ruido que provocarían sus palabras. No sólo por el lugar planetario en el que las dijo, sino porque guar

Es hora de que la dirigencia de Newell's, con el presidente Ignacio Astore a la cabeza, elija al reemplazante de Gabriel Heinze como DT leproso sin caer en la tentación del pasado. No es momento para darle la dirección técnica a un entrenador con antecedentes afectivos en el club ni dejarse atrapar por la engañosa frase que sentencia que el elegido  "tiene la espalda suficiente porque jugó en Newell's y además es hincha del club". En todo caso, si el apuntado es fanático de Newell's y siente al club como si fuera su casa, tal vez la mejor ubicación sería que vaya a una platea del Coloso y no al banco de los suplentes. A excepción de Marcelo Bielsa y Gerardo Martino, todos los técnicos identificados con los colores de Newell's pasaron por la dirección técnica con más pena que gloria.  Como se escribió hace algunos días  en este blog (www.elojocritico.com.ar), difícilmente Astore encuentre a un técnico con más dedicación al trabajo y más seducción por el detal

La estruendosa victoria de Uruguay contra Argentina por una nueva fecha de las eliminatorias sudamericanas no debe tomarse a la ligera. Tampoco creer que en algún momento el campeón del mundo iba a besar la lona, como finalmente ocurrió. Caer en la tentación de pensar de esa manera es ignorar un análisis más profundo de lo que realmente sucedió el jueves por la noche en La Bombonera. La selección de Lionel Scaloni perdió ante la Uruguay de Marcelo Bielsa por la sencilla razón de que el Loco le dio una verdadera masterclass de cómo se debe pensar un partido en función de las virtudes y defectos del rival, y encima le salió a la perfección. Un equipo al servicio de Bielsa Por más que en las declaraciones Bielsa haya minimizado su influencia en el gran triunfo ante Argentina, lo concreto es que si Uruguay jugó el partido que jugó fue por exclusiva decisión del extécnico de Newell's. Un equipo al servicio de las decisiones y el plan del entrenador y no al revés. Hay que entender de

Con la salida de Gabriel Heinze de la dirección técnica de Newell's, noticia que se adelantó en  www.elojocritico.com.ar un par de días antes de que el propio Gringo lo dijera públicamente, no se solucionan todos los problemas que viene sufriendo Newell's. La ida del DT es apenas la punta del iceberg del montón de cuestiones que se deben cambiar en la institución rojinegra.  Guiñazú, el coordinador del fútbol profesional, debe irse De movida con Heinze debe irse Pablo Guiñazú, quien fue traído por el propio Gringo para cumplir la función de coordinador del fútbol profesional rojinegro, un trabajo que realmente no se notó a la vista de nadie y que quedó bajo la lupa luego de los refuerzos del montón que llegaron a Newell's para encarar este semestre. Pero eso no fue lo peor de la labor del Cholo. Lo que llamó poderosamente la atención fue que Guiñazú se encargó de blanquear en cada entrevista que brindó que él no sólo no tenía la última palabra a la hora de las contratacion

Así como Miguel Angel Russo hizo de una habitualdad ganarle el clásico a Newell's como técnico de Central, cada vez que tenía enfrente a River era como tener una bestia negra delante de sus narices. Fue tal el martirio que le hizo pasar River cada vez que lo enfrentaba que el triunfo del sábado en el Gigante interrumpió una racha nefasta en el currículum de Miguel. Hacía 26 años que no le  podía ganar a River como DT canalla en los 90 minutos reglamentarios. Un registro que duró 10 partidos, con 5 derrotas y 4 empates. La única vez que pudo vencer a los millonarios fue en el Apertura 97 cuando Central ganó 3-1 con dos goles de Rubén Da Silva y uno de Horacio Carbonari. Encima, para que la maldición millonaria fuera aún más tormentosa, dirigiendo a otros equipos tampoco logró sacarse de encima el karma. Porque de los últimos 17 partidos que enfrentó a River, 7 fueron  derrotas y 10 empates. Claro, en el medio ocurrieron tres encuentros en los que el DT canalla terminó festejando po

Ahora que ya tiene en el bolsillo el objetivo de jugar una copa internacional en 2024, a Central le llegó el tiempo de jugar como un equipo grande. Es momento que el equipo de Russo se pliegue a una línea colectiva más armoniosa y prescinda de jugar a remolque del colombiano Jaminton Campaz, recientemente convocado a la selección de su país para la doble fecha eliminatoria de noviembre. El sábado se le viene River en el Gigante y la oportunidad calza como anillo al dedo para demostrar en el torneo que la clasificación al plano internacional no fue obra de un milagro .  Igual, por más que Central juegue el mejor partido de su vida, es difícil convencerse de que el equipo de Russo pueda ganarle a este River en modo montaña rusa. Encima, también existe una alternativa viable para el triunfo canalla y tiene que ver con la posibilidad que River no se desviva por ganar en el Gigante de Arroyito para complicar aún más las aspiraciones de Boca para ingresar a la clasificación de la Libertadore

Foto. Juan José García Nadie de la comisión directiva de Newell's se anima a confirmar públicamente que Gabriel Heinze no seguirá siendo el técnico de Newell's. El Gringo estará sentado en el banco de suplentes dirigiendo al equipo el domingo ante Boca en La Bombonera, pero su estadía como DT leproso ya tiene fecha de vencimiento. Se irá cuando finalice la Copa de la Liga o, a lo sumo, interrumpirá su vínculo en caso de que suceda algún resultado catastrófico contra Boca.  Lo concreto es que Heinze no será el técnico de Newell's en 2024. El presidente de Newell's, Ignacio Astore, está convencido de que ya no puede sostener más a Heinze en el cargo. La apuesta por traer a un DT del riñón ñubelista y con una capacidad de trabajo admirable esta vez no salió como todo el pueblo leproso pensaba. Astore también sabe que difícilmente encuentre a un reemplazante mejor preparado, con más dedicación y contracción al laburo que el propio Heinze. Pero el máximo dirigente leproso

Alguna vez quien escribe estas líneas le preguntó a Diego Lavezzi, en el medio de una de las tantas sobremesas vividas, por qué sufría y gozaba tanto por Coronel Aguirre. Y Diego, con la simpleza de quien nunca repara en sensiblerías baratas, contestó sacándose el ropaje de presidente del club que acaba de consagrarse campeón de la Rosarina por cuarta vez en su historia: "Chabón (apodo del lunfardo con el que se refiere cuando me habla), sabés por qué sufro y gozo tanto por Aguirre. Porque es mi casa. Y las cosas que pasan en tu casa siempre te hacen sufrir y gozar". Diego Lavezzi, el alma máter de esta nueva consagración, radiografió con el corazón en la mano este nuevo momento de goce que está viviendo esa populosa barriada que transpira pasión cada vez que juega el querido Coronel Aguirre. Es que la única manera de entender la devoción que siente esa gente cada vez que la convoca el club de su vida es inmiscuirse en ese mundo sólo habitado por el sacrificio y la devoción p

Luego del cimbronazo que significó perder la tercera final consecutiva de Copa, tal vez haya llegado el momento de pensar que la Libertadores de estos tiempos no está hecha para Boca. Es cierto que esta sensación entra en pleno conflicto si se piensa que Boca ya ganó 6 veces la Copa, pero eso ocurrió hace mucho tiempo. A la historia siempre hay que alimentarla y si algo hizo Boca en los últimos 20 años fue desprestigiarla.  Además, en el vocabulario de un futbolero de pura cepa cuando un equipo juega tres finales seguidas de un mismo torneo y las pierde, la sentencia siempre es lapidaria. Y a Boca también le cabe las generales de la ley. En ese punto, hay que decirlo con todas las letras y sin ánimo de herir susceptibilidades de nadie. Boca es un equipo que flaquea en las finales. Ya lo demostró en las últimas tres que disputó (Corinthians en 2012; River en 2018 y Fluminense en 2023) y perdió cuatro de las últimas cinco que jugó. Esos datos también invitan a pensar con certeza que a B

Fluminense juega mejor que Boca en la mayoría de las coordenadas que definen a un buen equipo. Pero esa diferencia que se nota a la vista hasta del más escéptico del fútbol no indica que el conjunto brasileño ya tiene la final ganada en el Maracaná. Al contrario. Pese a que Boca funciona como puede, igual desde que Jorge Almirón está al frente del equipo supo insuflarle carácter y una identidad detectable que puede dañarle el sistema nervioso a cualquier rival de turno. Lo que se dice en la jerga sentado tranquilamente en una mesa de un bar, Boca sabe a lo que juega. El juego de la abundancia vs. al juego de la conveniencia En ese sentido, Boca saltará al campo de juego y sabrá cómo jugarle a Fluminense. Ya tiene el libreto estudiado de memoria. No hay que entender demasiado de fútbol para darse cuenta de que a Boca no se ocurrirá ni por asomo agarrar del cuello al Flu de movida. Saldrá a ver qué pasa y luego sí actuará en consecuencia. En cambio,   Fluminense no se apartará ni un ápic

Boca está ante la gran oportunidad el sábado frente a Fluminense en el Maracaná de sacarse de encima ese estigma que lo señala como un equipo perdedor de finales de Copa Libertadores en los últimos casi 20 años. Justamente tener esa materia pendiente le provocó a Boca la terrible obsesión de querer ganar la séptima Libertadores luego de haber jugado en los últimos casi 20 años cuatro finales y haber perdido tres. Un simple repaso retrata la necesidad de Boca por ganar la Copa y también confirma por qué es difícil poner las manos en el fuego por Boca y no quemarse ante la finalísima ante Fluminense. Boca perdió la final del 2004 ante Once Caldas en la definición por penales el día en que Carlos Bianchi no se quedó en la premiación como subcampeón de América porque "no sabía" que también recibían medallas los segundos. Luego llegó a la final en 2007 ante Gremio y ganó la sexta corona con un Juan Román Riquelme imperial. La otra vez que arribó al partido final fue en 2012 ante