El ojo crítico de Mauricio

A horas de cerrar el 2023, nadie en su sano juicio podría desmentir la sentencia que se va un año en el que Central se hizo más grande y Newell's más chico. El 2023 también entregó una señal inequívoca de cara al futuro. Y en esa dirección, Central parece haber encontrado el rumbo en todo sentido desde la gestión de Belloso-Cristinziano y la conducción de Miguel Angel Russo, mientras que Newell's deterioró un poco más su imagen en este año de gestión de Ignacio Astore al frente del club, claramente socavada por el fallido proceso de Gabriel Heinze como técnico del equipo. Si la comparación se estableciera con los mismos parámetros de un partido de fútbol, no hay dudas de que Central le ganó por goleada a Newell's en el año. Por orden cronológico, desde la llegada de Belloso como presidente y Carolina Cristinziano como vice, Central no paró de dar pasos hacia adelante. Con la contratación de Miguel Russo no sólo volvió al club un técnico con las espaldas más anchas que el

Lo que está ocurriendo con la continuidad de Jaminton Campaz en Central es lo que pasa siempre cuando un jugador la rompe como lo hizo el colombiano en la Copa de la Liga y está en la mira para reforzar los equipos más grandes de la Argentina o irse al exterior. Central ya le avisó a Gremio, club dueño del pase del jugador, que hará uso de la opción por la compra del 50 por ciento del pase, valuado en 2 millones de dólares. Pero esa gestión no sólo no asegura que el colombiano continúe para el 2024, sino que es bastante probable que Campaz no firme un nuevo contrato porque su intención es irse de Central.  Realmente si Campaz quisiera quedarse en Central para jugar la Copa Libertadores y los torneos que tiene por delante, ya hubiera estampado la firma. Igual, este tipo de negociaciones siempre atraviesan por un tiempo de tire y afloje en el que los intereses del jugador nunca coinciden con lo que está dispuesto a desembolsar el club en el nuevo acuerdo. Como diría el técnico campeón c

El bombazo periodístico que sacudió hoy las redacciones y los programas televisivos en las vísperas de fin de año fue el acuerdo de palabra que ya tendría Claudio Diablito Echeverri para jugar en Manchester City a partir de enero de 2025. Así lo informó el prestigioso diario inglés The Guardian y cuando el río suena tanto es porque la transferencia ya está cerrada, por más que en el mundo River todavía domine la cautela.  La rotundidad de los números habla de que la venta se habría cerrado en la friolera suma de 25 millones de euros ya que el club inglés habría ejecutado la cláusula de rescisión fijada en esa cifra. Desde que el Diablito hizo pública su decisión de no renovar el contrato con River que vence el 31 de diciembre de 2024, un océano de conjeturas inundó a la prensa y también provocaron la reacción del presidente millonario, Jorge Brito, quien intentó aclarar el tema aunque lo único que hizo fue oscurecerlo aún más. En realidad, lo que dijo Brito es lo que dicen todos los

Nadie podrá reprocharle a Ignacio Astore la tozudez con la actuó para elegir al reemplazante de Gabriel Heinze. El presidente de Newell's siempre tuvo en la mira la contratación de Mauricio Larriera y siempre se mostró afecto a que el técnico uruguayo dirigiera en algún momento a Newell's, obviamente bajo su gestión al frente del club. Es que Astore ya lo había querido traer como una de sus primeras grandes decisiones cuando asumió como presidente rojinegro y en aquella oportunidad Larriera estaba con contrato vigente en Peñarol de Montevideo. Al final, el primer gran golpe en la mesa que dio Astore en ese momento para mostrarles a los hinchas leprosos cuál era su plataforma de acción fue la elección de Javier Sanguinetti.     Si bien el paso de Sanguinetti como técnico de Newell's no fue lo peor que le pasó al club en estos dos años de gestión de Astore como presidente, tampoco resultó un salto de calidad en el plano futbolístico. Es cierto que con Sanguinetti en el banc

Se escribieron ríos de tinta y en el blog www.ojocritico.com.ar se elogió con todos los honores las virtudes que mostró este Central de Miguel Angel Russo campeón de la Copa de la Liga. Pero también se dijo con argumentos que Central había eliminado a River en la semifinal gracias a las manos mágicas de Jorge Broun y a los vergonzosos remates de los cuatro jugadores millonarios en la definición por penales. Por eso lo que ocurrió en la final del Trofeo de Campeones en Santiago del Estero no puede sorprender a nadie y menos a los hinchas canallas. Porque, en realidad, pasó lo que debió pasar también en Córdoba, aunque aquella vez la moneda de la suerte cayó del lado canalla en los penales. Esta derrota en la final del Trofeo de Campeones no empaña en absoluto el título conseguido por Central luego de 36 años de no ganar una liga del fútbol argentino. El semestre canalla fue sencillamente para el aplauso en todo sentido. Desde la conducción del club de la fórmula Belloso-Cristinziano,

En la antesala de la final por el Trofeo de Campeones que jugará Rosario Central ante River Plate en Santiago del Estero y con la chance concreta de sumar una nueva estrella a su prestigioso palmarés, vale la pena ensayar una suerte de balance de lo que fue la última década que transitaron Central y Newell's en el plano deportivo. La idea de esta comparación no es caerle con peso de plomo a las administraciones que tuvieron ambos clubes durante este período, pero sí demostrar que no es obra de la casualidad que Central haya logrado dos títulos en estos 10 años y con la inminente posibilidad de otra consagración, y Newell's apenas se quedó estancado en la celebración del Torneo Final en junio de 2013, justamente hace una década.  En este período también estuvo en juego la disputa de los clásicos, un campeonato en sí mismo para la pasión rosarina. Y en ese ítem la supremacía canalla fue abrumadora. Desde el 2013 al 2023 se disputaron 18 clásicos y Central ganó 10, Newell's s

La situación que atraviesa Martín Demichelis como técnico de River está planteada con claridad meridiana. A esta altura del año, no admite grises ni doble lecturas. Si River no se consagra campeón ante Rosario Central por el Trofeo de Campeones, la continuidad del técnico millonario para 2024 quedará colgada de un pincel. Y en tren de ir más allá, algunas voces consultadas por el blog  www.elojocritico.com.ar también aseguran que, pase lo que pase, los dirigentes millonarios igual ya le perdieron la confianza al DT. Por lo tanto, si no cierra el 2023 con otro título, es difícil que arranque el 2024 o, a lo sumo, quedará muy mal parado para encarar lo que viene. No hay que entender demasiado de fútbol para darse cuenta de que Demichelis hizo explotar por los aires todo el crédito que se había ganado con el hincha de River luego de la obtención del título de la Liga profesional, en el primer semestre del año. Todo lo que vino después fue una sucesión de decisiones desacertadas por part

Si algo tuvo este Central campeón de la Copa de la Liga fue la mano de Miguel Angel Russo.  El equipo jugó habitualmente como quiso el técnico, con sus defectos y virtudes. Pero, sobre todo, nunca se rindió ante las adversidades. Siempre le hizo honor a esa inquebrantable capacidad de lucha que le insufló su entrenador. Ese ideario futbolero y de vida, toda una marca registrada en la carrera de Russo, fue lo mejor que interpretó este grupo de jugadores.  Porque el entendimiento de ese mensaje hizo posible no sólo la consagración, sino que el equipo se fortaleciera superando barreras en el camino a la gloria. Toda una declaración de principios y valores de Russo.  Un verdadero campeón de la vida, que ahora ese mismo destino que alguna vez le tiró una zancadilla traicionera lo consagró campeón con Central. Para el hincha de Central,  Russo tiene la estatura de prócer. Lo tenía antes de conseguir este título y mucho más ahora que se sumó a la galería de inmaculados en la que lo esperaban

Los clubes de fútbol funcionan con la misma dinámica de las grandes familias. Si los padres están sólidos a la hora de la crianza de sus hijos, los chicos crecen tallados en buena madera. La estructura piramidal del fútbol también cumple con esa lógica. En ese contexto, la reciente consagración de Rosario Central como campeón de la Copa de la Liga debe explicarse en la sabiduría de Miguel Angel Russo para ejercer como guía futbolística y espiritual de un equipo de guerreros, pero sobre todo debe entenderse en la capacidad de gestión que mostraron Gonzalo Belloso y Carolina Cristinziano. El presidente y la vicepresidenta de Central asumieron hace un año el compromiso de conducir el club y juntos ya cambiaron la historia canalla para siempre.  Habrá un antes y un después en la vida de Central tras la conducción de la pareja Belloso-Cristinziano. No sólo porque a un año de haber asumido ya lograron colgarse una nueva estrella luego de 36 años en el fútbol argentino, sino porque en ese cor

Rosario Central llegó a la final de la Copa de la Liga "por mérito propio", como  dijo  Miguel Angel Russo, pero apostando a que las manos de Jorge Broun se iluminen como ante Racing y River. Esa es la única verdad que ensayan los que entienden realmente de que se trata el fútbol y sus circunstancias. En cambio, aquellos arrastrados de ocasión o aduladores del Russismo más pertinaz intentan explicar que la táctica de Central es jugar al error del rival, a la segunda pelota o a cualquiera de las falacias que se suelen escuchar para justificar cuando se está en presencia de un equipo de morondanga. Si Central llegó a la gran final ante Platense jugando a lo que salga, no se entiende que Russo quiera desafiar su manual de ideas y en la previa esté dudando entre el ingreso de Maximiliano Lovera o la salida de Agustín Toledo. La apuesta por Maxi es un acto demasiado osado para hacerlo justo en un partido en el que el protagonismo con Platense estará repartido.  Si hay algo que est

Proyectar la gran final del sábado entre Central y Platense por la Copa de la Liga es también dejarse arrastrar por la melancolía y pensar inevitablemente en Alberto Olmedo y Roberto Goyeneche, dos próceres de la cultura argentina y fanáticos de Central y Platense. En algún lugar del cielo, el Negro y el Polaco estarán palpitando que el club de sus amores disputarán un partido en el que definirán al campeón del fútbol argentino. Es que para ellos, ser canalla y calamar, significó más que simpatizar por un escudo. Fue un estilo de vida, una bandera identificatoria que pasearon orgullosos por todos los escenarios a los que se subieron para demostrar su talento.  Olmedo y Goyeneche no eran íntimos amigos, pero se respetaban mutuamente. Cada vez que se cruzaban en algún lugar o en alguna trasnochada de velada interminable, las charlas de ellos visitaban todos los tópicos imaginables. Obviamente el fútbol siempre estuvo en la pole position. El Negro defendía fervientemente su pasión por Cen

En estos tiempos de apuestas deportivas en la red, la gran final entre Central y Platense por la Copa de la Liga tiene la particularidad que ninguno de los dos equipos llega como favorito para consagrarse campeón. Es más, si hoy habría que apostar con los ojos cerrados, el voto no estaría seguro por ninguno de los dos.  Esto ocurre, principalmente, porque Central y Platense no representan para nada a los dos mejores equipos del fútbol argentino. Es cierto que si disputarán el último partido de la Copa es porque dejaron en el camino a sus rivales y eso también tiene mérito. Pero también es verdad que a los dos los auxilió un formato de torneo que les permitió llegar a la final sin necesidad de ganar sus partidos por cuartos y semifinales en los noventa minutos, y apostar todo a la ruleta de los penales y a las manos de  Jorge Broun  y  Ramiro Macagno . En estos momentos de suba de tarifas y dólares financieros, tras las medidas económicas del ministro de Economía Luis Caputo, la final

Ramiro Macagno (26 años) y Jerónimo Cacciabue (25 años) jugarán la final del sábado ante Central por la Copa de la Liga con la camiseta de Newell's pegada en la piel. Ambos futbolistas, quienes hoy se convirtieron cada uno con su aporte en piezas del funcionamiento del Platense de Palermo, fueron cedidos a préstamos por Newell's hasta el 31 de diciembre de este año. Si para ellos enfrentar a Central en cualquier circunstancias siempre significó verle la cara al rival de toda la vida, ni hablar de esta oportunidad que les entrega el fútbol para sentirle de nuevo el pulso al clásico rosarino aunque esta vez no estén jugando en el Coloso del Parque o en el Gigante de Arroyito.  Macagno y Cacciabue podrán revivir una nueva edición del clásico de Rosario, aunque lo harán defendiendo los colores de Platense en la gran final del sábado ante Central en Santiago del Estero. P ara ambos jugar contra los canallas remueve alegrías y algunos sinsabores. Macagno fue el arquero leproso en el

Alguna vez el destino los ubicó tirando del mismo carro a Miguel Angel Russo y Martín Palermo, ahora los técnicos de Rosario Central y Platense en la gran final que se viene de la Copa de la Liga. La primera vez corría la temporada 1994-95 y Russo era un entusiasta entrenador que debió hacerse cargo, junto al recordado Eduardo Luján Manera, de uno de los momentos más oscuros de la historia de Estudiantes de La Plata. El club de sus amores estaba vegetando en la segunda división del fútbol argentino y Palermo aparecía como una de las joyitas talladas en el country de City Bell. Pero ese primer encuentro entre Russo y Palermo no terminó como termina un amor a primera vista. Martín debió irse de su querido Estudiantes porque Miguel nunca lo tuvo en cuenta.  Pero ese desencuentro entre ambos no amontonó rencores ni profundizó heridas. Todo lo contrario. Se zurció de la manera más soñada. Ya corría  el año 2007 y Russo no era aquel DT principiante al que todavía le costaba manejar algunas

En otra noche épica de Jorge Broun en la definición penales debe explicarse exclusivamente que Rosario Central se haya clasificado a la final de la Copa de la Liga. La gran actuación del arquero canalla fue la verdadera señal de la providencia que encontró el equipo de Miguel Angel Russo para lograr el pasaje a la gran definición ante Platense del fin de semana que viene. Después, todo lo que quieran hacer creer la legión de sabelotodo de la crítica no tiene ninguna importancia. O, en todo caso, se convertirán en opiniones paridas desde ese fanatismo fundamentalista que sólo les corresponde a los hinchas.  En ese sentido, nadie podrá quitarle la ilusión al pueblo canalla de volver a consagrarse campeón como tantas veces ocurrió en su historia.  Separada la hojarasca sentimental de la clasificación de Central a la final, ahora sí es tiempo del desglose de lo que ocurrió en el partido semifinal ante River en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Central no hizo mucho en el plano f

Lionel Scaloni es tan transparente con su discurso que les volvió a decir a los periodistas que su tiempo como técnico de la selección se está terminando. El todavía DT del seleccionado reiteró tras el sorteo de la Copa América USA 2024 que aún no definió si continuará en el cargo y volvió a insistir con la sensación interna de haberse quedado sin energías. Todo este palabrerío metido en una coctelera de respuestas empuja a pensar que Scaloni siente que ya dio todo como entrenador de la selección. Que lo mejor de su ciclo ya se vio cuando condujo al equipo a la obtención de la Copa América 2021, la Finalíssima 2021 en Wembley y el Mundial de Qatar 2022.  Scaloni estuvo presente el jueves por la noche en Miami en el sorteo de la Copa América 2024 porque está comprometido contractualmente con la AFA y sentimentalmente con el equipo. Sabe, como buen tipo que es, que no puede dejar en banda justo ahora a este grupo de jugadores de élite mundial que tanto contribuyeron para que hoy sea rec

Si no fuera porque los torneos del fútbol argentino privilegian a los equipos más grandes con tal de salvarlos del descenso para mantener el negocio del fútbol, Boca de la mano de Juan Román Riquelme hubiera sido un firme candidato a perder la categoría . Es que si en Argentina se jugara con el mismo formato que el Brasileirao en el que descienden los últimos cuatro de la tabla de posiciones, seguramente Boca hubiera descendido en algunos de los campeonatos que disputó con Riquelme como vicepresidente.  Que la catástrofe deportiva xeneize todavía no se haya consumado no exonera en absoluto a Riquelme de una gestión nefasta como la que está llevando adelante.  En ese sentido y en muchos otros, a Mauricio Macri no le faltan razones para definir al gobierno de Juan Román Riquelme bastante parecido al que sufrió River con Daniel Passarella como presidente del club. "Esto es mucho peor que lo que hizo Passarella en River", sentenció Macri, quien es candidato a vicepresidente de Bo