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Mostrando las entradas con la etiqueta La final: Central-Platense

Poner a Lovera es un acto demasiado osado para este Russo cauteloso

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Rosario Central llegó a la final de la Copa de la Liga "por mérito propio", como  dijo  Miguel Angel Russo, pero apostando a que las manos de Jorge Broun se iluminen como ante Racing y River. Esa es la única verdad que ensayan los que entienden realmente de que se trata el fútbol y sus circunstancias. En cambio, aquellos arrastrados de ocasión o aduladores del Russismo más pertinaz intentan explicar que la táctica de Central es jugar al error del rival, a la segunda pelota o a cualquiera de las falacias que se suelen escuchar para justificar cuando se está en presencia de un equipo de morondanga. Si Central llegó a la gran final ante Platense jugando a lo que salga, no se entiende que Russo quiera desafiar su manual de ideas y en la previa esté dudando entre el ingreso de Maximiliano Lovera o la salida de Agustín Toledo. La apuesta por Maxi es un acto demasiado osado para hacerlo justo en un partido en el que el protagonismo con Platense estará repartido.  Si hay algo que est

Olmedo y Goyeneche lo mirarán desde el cielo

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Proyectar la gran final del sábado entre Central y Platense por la Copa de la Liga es también dejarse arrastrar por la melancolía y pensar inevitablemente en Alberto Olmedo y Roberto Goyeneche, dos próceres de la cultura argentina y fanáticos de Central y Platense. En algún lugar del cielo, el Negro y el Polaco estarán palpitando que el club de sus amores disputarán un partido en el que definirán al campeón del fútbol argentino. Es que para ellos, ser canalla y calamar, significó más que simpatizar por un escudo. Fue un estilo de vida, una bandera identificatoria que pasearon orgullosos por todos los escenarios a los que se subieron para demostrar su talento.  Olmedo y Goyeneche no eran íntimos amigos, pero se respetaban mutuamente. Cada vez que se cruzaban en algún lugar o en alguna trasnochada de velada interminable, las charlas de ellos visitaban todos los tópicos imaginables. Obviamente el fútbol siempre estuvo en la pole position. El Negro defendía fervientemente su pasión por Cen

Apuesten señores: Central-Platense, ninguno es favorito

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En estos tiempos de apuestas deportivas en la red, la gran final entre Central y Platense por la Copa de la Liga tiene la particularidad que ninguno de los dos equipos llega como favorito para consagrarse campeón. Es más, si hoy habría que apostar con los ojos cerrados, el voto no estaría seguro por ninguno de los dos.  Esto ocurre, principalmente, porque Central y Platense no representan para nada a los dos mejores equipos del fútbol argentino. Es cierto que si disputarán el último partido de la Copa es porque dejaron en el camino a sus rivales y eso también tiene mérito. Pero también es verdad que a los dos los auxilió un formato de torneo que les permitió llegar a la final sin necesidad de ganar sus partidos por cuartos y semifinales en los noventa minutos, y apostar todo a la ruleta de los penales y a las manos de  Jorge Broun  y  Ramiro Macagno . En estos momentos de suba de tarifas y dólares financieros, tras las medidas económicas del ministro de Economía Luis Caputo, la final

Macagno y Cacciabue jugarán con la camiseta de Newell's la final contra Central

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Ramiro Macagno (26 años) y Jerónimo Cacciabue (25 años) jugarán la final del sábado ante Central por la Copa de la Liga con la camiseta de Newell's pegada en la piel. Ambos futbolistas, quienes hoy se convirtieron cada uno con su aporte en piezas del funcionamiento del Platense de Palermo, fueron cedidos a préstamos por Newell's hasta el 31 de diciembre de este año. Si para ellos enfrentar a Central en cualquier circunstancias siempre significó verle la cara al rival de toda la vida, ni hablar de esta oportunidad que les entrega el fútbol para sentirle de nuevo el pulso al clásico rosarino aunque esta vez no estén jugando en el Coloso del Parque o en el Gigante de Arroyito.  Macagno y Cacciabue podrán revivir una nueva edición del clásico de Rosario, aunque lo harán defendiendo los colores de Platense en la gran final del sábado ante Central en Santiago del Estero. P ara ambos jugar contra los canallas remueve alegrías y algunos sinsabores. Macagno fue el arquero leproso en el

Russo-Palermo, dos técnicos jugadoristas aunque sus equipos no juegan bien

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Alguna vez el destino los ubicó tirando del mismo carro a Miguel Angel Russo y Martín Palermo, ahora los técnicos de Rosario Central y Platense en la gran final que se viene de la Copa de la Liga. La primera vez corría la temporada 1994-95 y Russo era un entusiasta entrenador que debió hacerse cargo, junto al recordado Eduardo Luján Manera, de uno de los momentos más oscuros de la historia de Estudiantes de La Plata. El club de sus amores estaba vegetando en la segunda división del fútbol argentino y Palermo aparecía como una de las joyitas talladas en el country de City Bell. Pero ese primer encuentro entre Russo y Palermo no terminó como termina un amor a primera vista. Martín debió irse de su querido Estudiantes porque Miguel nunca lo tuvo en cuenta.  Pero ese desencuentro entre ambos no amontonó rencores ni profundizó heridas. Todo lo contrario. Se zurció de la manera más soñada. Ya corría  el año 2007 y Russo no era aquel DT principiante al que todavía le costaba manejar algunas